2014-09-05

Conexiones Ilusorias


Conexiones Ilusorias


Adivinen cómo vine a dar con este torito... ¿Ya adivinaron? Si optaron por un sector de pintura descarcarada en una puerta como mi fuente de inspiración ¡pues están en lo cierto! La foto está debajo para que comparen.  


No hice una copia exacta en mi versión ilustrada pero sin esa partecita de pintura descascarada no se me hubiese ocurrido hacerla. Mi visión de criaturitas en puertas en realidad es un fénomeno con nombre y apellido: se lo llama Pareidolia; la fuente de estímulo puede variar pero es algo que nos sucede a casi todos.

¿Pueden verlo? Si no, bueno, está claro que sólo estoy viendo cosas...

La Pareidolia es un fénomeno psicológico en el cual el cerebro erróneamente interpreta un estímulo vago y aleatorio como una imágen ó sonido reconocible. En este caso, mi cerebro conectó las zonas de pintura descascarada con las que aún tenían pintura, una relación totalmente azarosa y caótica, sólo el tiempo haciendo lo suyo, de tal manera que generó una cierta estructura, una forma reconocible al cual pudiese darle nombre e incluso una personalidad.

Realizar este tipo de conexiones mentales buscando hacer algo reconocible es parte del mismo mecanismo que nos permite reconocer rostros, lugares, animales, etc. La cuestión es que el cerebro parece aplicar esto a casi cualquier cosa, así que los errores son comunes, pero aunque aquello que veamos sea sólo una ilusión, aún así resulta muy entretenido. Podemos disfrutar de un truco de magia aunque sepamos que se trata de un truco.



Buscando sentido en lo aleatorio


La Pareidolia, que sólo implica imágenes ó sonidos, es una forma de Apofenia, que es nuestra tendencia general a buscar conexiones en datos aleatorios. Parece desprenderse de un funcionamiento natural de nuestro cerebro. Lo que está conectado nos resulta accesible porque adquiere sentido, y lo que tiene sentido para nosotros nos marca una serie de parámetros dentro de los cuales podemos actuar y aprender. Si todo nos resultase completamente caótico y azaroso, no podríamos hacer ni decidir nada. Es una herramienta básica de supervivencia, que está en casi todo ser vivo, pero también es una cuestión de grado. A veces las conexiones son reales (reconocimiento de patrones climáticos), muchas veces no lo son (“la tercera es la vencida”), y estar constantemente intepretando lo que es aleatorio como significativo y creérselo es entrar en el terreno de la locura. Apofenia deriva de Apofanía, un término originalmente utilizado para describir los manejos de la mente esquizofrénica.  

El Bibliotecario de Giuseppe Arcimboldo (1566, óleo sobre lienzo, Castillo Skokloster, Suecia)

También parece haber una relación importante entre la Apofenia y la creatividad, y supongo mi ilustración sería prueba de eso, pero diría que el hecho de buscar conexiones es en sí un proceso creativo, que a veces lleva a las teorías más elaboradas. Debe ser una de nuestras mejores herramientas para escribir ficción. Pero puede aplicarse a casi cualquier actividad, y toda profesión necesita cierto grado de creatividad, a veces esto sólo implica atar cabos, asociar una cosa con la otra y ver si resulta, y si no, saber cuándo detenerse y cortar por lo sano. Consideren el trabajo que requiere una investigación policial ó científica, por ejemplo.

Así que aunque muchas de las conexiones que hacemos residen sólo en nuestra mente, mientras no sea corrosivo en nuestra relación con el mundo, podemos entretenernos con ello, apreciarlo en la creatividad de otros como don Arcimboldo ó canalizarlo mediante creaciones propias. A veces es más interesante observar aquello que las conexiones que hacemos revelan de nosotros mismos. Como las manchas de tinta de Rorschach, suele ser más relevante cómo nos manejamos frente a lo aleatorio que el significado inicial que le atribuyamos.

Lo cual me deja pensando... ¿Por qué de todas las posibildades terminé viendo a un torito enojado? ¿Qué significará...? 


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Hay más información sobre estos temas en internet, aquí dejo algunos ejemplos que me parecieron algo más completos en su abordaje:

- Este artículo: Cuando el cerebro nos engaña

- Este vídeo de TED-talk, Michael Shermer: The pattern behind self-deception ("el esquema detrás del auto-engaño"). Si lo hacen reproducir, debajo a la derecha aparece la opción para subtítulos.